2010/07/25

Charly, Cosquin y yo

Fue una tarde larga y la noche recién empezaba.

Ya lo había visto otras veces pero era otra cosa, era distinto, habían cambiado muchas cosas sobre todo a el.

Habían sido tres extensos y hermosos días y se esperaba ese final.

Las otras veces fueron en otras épocas muy distintas tanto la de el como la mía.

Yo sabia que en algún momento pase por sus retinas y era como una especia de alivio, me había visto.

Me paso algo raro eran otros momentos, no era decepción era distinto, simplemente distinto. No terminaba de saber si ahora me caía bien o me caía mal, iba a decidirlo ahora.

De todos modos el cambio era evidente. El Olimpo empezaba a agrietarse, algo había que hacer. Faltaba poco para que todo acabe, pero no pasaba mas, era vidente todo llevaba a eso, las manos se soltaban, la soga era cada ves mas débil hasta que se corto.

Aunque el de todos modos ya sabia donde caer, ya se había dado cuenta a pesar de estar cerca de soltarse, cuando hubo chispazos calculó y realizo algunos movimientos preventivos.

Ahí estaba yo recordando, viendo como había cambiado, viéndolo en acción. Era difícil de decidir, era realmente muy distinto. El cambio fue radical, todo establecido, todo esquemático, todo estructurado.

Aunque todavía no decidí en mi cabeza como son las cosas, ahí estaba disfrutándolo, viendo de cerca nuevamente a esa persona que puso letra a mis sentimientos, mis emociones y mi adolescencia.

¿Que te puedo decir García?

Say No More

Por Mariano Di Pietromica

Curso de Redacción Periodística Cispren 2010

No hay comentarios:

Publicar un comentario